Clic Tac
Cada segundo observo con tristeza como la soberbia bestia de ojos etéreos lo devora todo a su paso. El tiempo. Esa dimensión intangible que descubrimos por necesidad, esa espina clavada en tu paladar desde el primer llanto. Se le dio la vuelta a la arena sin tan siquiera preguntarnos, y grano tras grano se vacía,...