HIEDRA Y CÉSPED
Ahí, en ese patio de cemento, aprendí a dar mis primeros pasos, a sostenerme sobre la bicicleta, a balancearme sobre los patines y la patineta. Se accedía a través de un gran portón de lámina negra de dos hojas, cerradas cuando no entraba o salía algún vehículo. En la primera casa del lado derecho había...