Así te quiero
Acababa de apagar el pucherete,y la pequeña cocina olía a pan con aceite y café recién molido. La mañana traía la sierra al zaguán y se colaba por el ventanuco el olor de campo fresco, de hierva regada por el roció ,de las voces del pueblo que despiertan los primeros destellos del día. -¡Niña…Rosario…!...