Y nuestras miradas se cruzaron…
I -YO. Era lunes. Un lunes cualquiera de esos que siguen a los domingos; de esos en los que nos cuesta abrir los ojos al escuchar la llamada del deber materializada en el molesto timbre de un despertador. ¿Por qué tienen que sonar así? Resulta tan desagradable… ¿Qué esfuerzo suponía a los creadores de tan...