Lo efimero, lo eterno
La Muerte paseaba por las afueras de la ciudad, cerca del lugar donde había segado la última vida del planeta. Caminaba lentamente, con la mano apoyada en las lumbares, y se quejaba: “esta dichosa espalda”. Había sido un año de trabajo muy duro: alguien apretó el botón rojo y el lanzamiento de misiles nucleares se...