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I Concurso de Relato Breve «El dios Tecnología» 
Concurso finalizado. El resultado final del concurso y la asignación de los premios se ha determinado el día 30 de marzo de 2013. Puedes acceder aquí al contenido del fallo y el reparto de premios. Paralelamente hemos realizado una valoración de esta primera experiencia de concurso abierto y participativo que ha resultado un rotundo éxito: casi 600 originales a concurso, más de 15.000 votaciones contabilizadas, y lo que a nuestro juicio supone el mayor logro: más de 124.000 lecturas de los relatos a concurso y numerosos comentarios cruzados. Las luces y también las sombras de esta convocatoria se incluyen en este documento de valoración que incluimos aquí.
Un día de Noviembre de 2005, me encontraba como cada año, visitando a mi hermana y a su familia. A mi sobrino le acababan de comprar un ordenador con acceso a Internet, para ayudarle con sus trabajos escolares. Un día antes de volverme a casa, decidí usar por primera vez la Divina Tecnología de Internet....
Todo empezó el viernes antes de las vacaciones que mi novio y yo solíamos cogernos después de la primera semana de Febrero. Estaba tomando una cerveza con un par de amigas y una de ellas, Sandra, nos mostraba orgullosa su última adquisición mientras jugueteaba con los dedos por encima de la pantalla tàctil. Nos advertía...
Qué pensaría aquel Homo Sapiens del documental “El hombre y la Tierra”, al ver de qué forma hemos evolucionado. A qué altura de modernidad hemos llegado, que todos los nuevos productos en menos de seis meses pasan a ser obsoletos. Aquel hombre trabajador, rudo, innovador…jamás pensaría que podría existir una vida fuera de su cueva,...
““.#~-Sempiterna al dios de la tecnología-~#.””<?xml:namespace prefix = o ns = «urn:schemas-microsoft-com:office:office» /> 1.- “Yuxtaposición.” ¿ O qual es aquesta horrible cometa Que así los somete á su señorío , A lo qual non basta ningunt alvedrio , Ciencia, doctrina, nin arte discreta ? [El Marqués de Santillana] …Allí estaba yo, alucinando...
Una luz azul inundó la oscuridad de la habitación .El reloj se puso en marcha con su sonoro beep-beep. Las 7.05, año 2024, marcaba el holograma que se proyectaba en el techo a través del reloj. Una figura, que se adivinaba femenina, se desperezó estirándose y apartó las sábanas a un lado. Sistemas comprobándose. Bajando...
Un joven del siglo XXI apasionante del mundo virtual y asiduo investigador del mundo antiguo emprendió un viaje hacia El Olimpo, por cuanto éste quería preguntarles a aquellos dioses cómo sin electricidad, ni la tecnología ellos habían logrado hacer las peripecias que para un mortal del siglo XXI, sólo podía ejecutarlas si hacía uso...
Decían que la habíamos creado nosotros, que venía de nuestras manos. Eso decían. Cierto o no, carecía de relevancia. Puede que hace miles de años los humanos tuvieran que ayudar a la Tecnología a desarrollarse, a vivir. Pero lo que importa es el ahora, y esos tiempos no son más que leyendas. Él no necesita...
Muchos años atrás, sentada en lo que solía ser un refrigerador, Adara escuchaba atentamente el relato de su madre. Siempre que se sentía nostálgica, la madre de Adara hablaba del Día del Pulso. No tenía mucho de haber pasado, quizás seis o siete años; era difícil de recordarlo. Los calendarios electrónicos, los relojes holográficos, bueno,...
-un bosque por la noche-dijo el paciente, después de reflexionar un poco. -es un buen ejemplo-convino el psiquiatra- a mucha gente le da miedo un bosque por la noche. Reúne casi todas las características que producen el miedo. Pero tú, realmente, no temes al bosque ni a la noche. Te pondré un ejemplo: imagina una...
Caminé con los pies descalzos sobre la arena húmeda, el viento agitaba a las olas que no se cansaban de ir y venir, el cielo estaba claro, mi mirada se perdía en el horizonte…… cielo y mar parecían un inmenso océano. Algunas gaviotas festejaban la brisa cálida sobre la orilla, todo era pura naturaleza, más...
Ahí me encontraba sentada en uno de los tantos asientos del metro. Tenía que hacer casi veinte paradas para llegar a mi destino, y tenía todo el tiempo para pensar y ver lo que ocurría a mí alrededor. Afuera en la calle hacía frío, la temperatura estaba en menos 2 grados, y yo, que no...
―No apagues el mural, que se me va la Tierra. El abuelo de Alberto, de casi ciento veinte años, siempre decía lo mismo cuando él o cualquiera de su familia le apagaba la pared que reflejaba el planeta en el que nació. El aparato que lo encendía, obsoleto, a veces sufría un colapso y dejaba...
