¿-Donde quedará aquel…Homo Sapiens?

¿-Donde quedará aquel…Homo Sapiens?

Rocio Duro Gomez

17/01/2013

Qué pensaría aquel Homo Sapiens del documental “El hombre y la Tierra”,  al ver de qué forma hemos evolucionado. A qué altura de modernidad hemos llegado, que todos los nuevos productos en menos de seis meses pasan a ser obsoletos. Aquel hombre trabajador, rudo, innovador…jamás pensaría que podría existir una vida fuera de su cueva, con sus vástagos, su caza y sus praderas. Ahora que nuestro mundo dista mucho de lo que aquel hombre conoció, ahora que sin whassap no eres nadie, y no sabes ni como comunicarte.

-¿Dónde quedan, las señales de humo, el correo postal, el correo electrónico, los sms/mms las llamadas telefónicas?

No ahora simplemente te mando un mini texto falto de sustancia, abreviado casi encriptado y plagado de emoticonos para que veas mi estado de ánimo.

Donde quedan aquellas maravillosas cintas de video Beta y Vhs, donde antaño veía clásicos como “El guapo, el feo y el malo”, por no hablar del Walkman tan ochentero que ahora es un producto retro que es casi de anticuario comprarlo o venderlo por EBay.

Quien pensaría que la subasta online estaría al orden del día, y que pasaría de largo el trueque con escudos como las hojas de la secuoya, o cualquier preciosa concha.

Donde queda el compact-disc, el cassette tan mítico en las gasolineras, la televisión voluptuosa, que ha dejado paso a la plana con 3d, visión led, USB e internet.

Dios sin dudo pensaría que somos el mismísimo diablo vestido de color verde para crear el fondo digital y que toda nuestra información es guardada en la nube.

El futuro es ahora, pero tanta tecnología a corto o largo plazo tendrá un precio. Quizás no seamos nosotros quien suframos su decadencia pero y si recae el mal a nuestros hijos… pensadlo bien. Dejamos todo nuestro destino en sus manos, ya los encaminamos desde temprana edad a vivir con video juegos, tabletas y móviles.

-¿y si todos los recursos tecnológicos acaban por evaporarse?

Como vivirían nuestros hijos. Quizás nuestro destino es volver a la era del Homo Sapiens y como un círculo vicioso…evolucionar, revolucionar, trasformar, acabar y vuelta a empezar.

Pues como Dios hizo el mundo en 6 días y el 7 tweeteo, es eso lo que nos depara. Fuera privacidad. Compartir la vida con tus semejantes vía skipe y por supuesto saber de su cumpleaños por el calendario de las redes sociales. Llegara un punto en que la tecnología gobernara el mundo, y si una tostador acaba siendo tú amiga fiel, tú mp3 Tú mejor aliado y el robot de cocina como tú madre. Hay que ser consecuentes con la época que vivimos, pero no hay que perder los valores fundamentales que nos hace ser humanos. Las relaciones de tú a tú y de boca en boca, así que menos abusar del chat. Usar el móvil para verdaderamente comunicarte no mandar miles de cadenas estúpidas que lo único que hacen es crear spam y gastarte los megas. Y por supuesto sentirte y ser libre para elegir Tú propio destino, para perderte por el mundo. Disfrutar de la vida con los tuyos, con su simple presencia. Respirar, sentir, gritar, reír, llorar…ser libre. 

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