El monte Rariaps
El Maestro me miraba, satisfecho. Pero yo no lo estaba. A mi alrededor, no veía más que piedras grises escalonadas, sin encanto ni significado alguno. -¿Por qué me ha traído aquí?- le pregunté. -Porque éste es el lugar que buscas para tu inspiración. Desilusionada, volví a echar un vistazo a aquel insípido paisaje. -Me temo...