La fiesta de don Adán
—Mijito, hay que arreglar el horno para el pan—, dice don Adán a su hijo cuando recibe un café y dos panes de bolsa, insípidos. Don Adán enviudó cuando empezó a perder la memoria. Preguntaba por su esposa casi a diario a la hora de ir a la cama. —¿Pa’ dónde se fue Julita? —Está...