PAN NUESTRO DE TODOS LOS DÍAS
No me sentía desvelado horneando el pan a estas horas de la noche, acompañado de una copa de vino, en la cocina empotrada en penumbra, un frío lunes de medianoche. El viento de la noche sacudía las hojas del olivar que se erguía frente al ventanal abierto. La música de un piano lejano alborotaba los...