El maná de todos los días
Lleva viajando siglos y siglos sin cansarse en su paso, dejando aroma y costumbres que no cansen. Escogió la mano como su compañero de viaje, sin saber que ese compañero le aplastaría y le daría vueltas durante ese viaje. Dicen que el que te quiere bien te hará llorar pero nunca he visto al pan llorar....