MOMENTOS MEMORABLES DE UNA INFANCIA OLVIDADA

MOMENTOS MEMORABLES DE UNA INFANCIA OLVIDADA

edgardo kleiman

24/07/2023

Mamá le servía el café con leche, con un par de rebanadas de pan con manteca y azúcar.

El colectivo lo pasaba a buscar por la puerta y lo llevaba al Jardín que sus padres pagaban con esfuerzo.

A media mañana, les daban un vaso de Tody frío y una rebanada de pan tostado.

El transporte lo devolvía a casa pasado el mediodía.

Le gustaba la milanesa con puré, arroz y una pasta de berenjena picada, que mamá le preparaba no menos de dos veces por semana. Él, mezclaba el puré con el arroz, y la pasta la untaba en el pan.

El pan del desayuno era diferente del de las comidas.

El de la mañana, podía ser sobrante del día anterior, porque él lo ablandaba al mojarlo en el café con leche.

El del mediodía era el mejor de todos. Había una panadería a media cuadra, pero mamá se caminaba casi tres, para comprar el de doña Cata, que era un poquito más caro, pero más rico y crocante.

Un día, justo a la hora del Tody, papá y mamá aparecieron por el colegio, llamados de urgencia por la directora.

Resulta que el nene le había levantado el delantal a una compañerita para ver lo que tenía debajo, lo cual, por supuesto, era mucho peor que una simple travesura.

Lo sacaron de ese Jardín, pero como no faltaba mucho para que terminaran las clases, no lo mandaron a otro. Al año siguiente, igual, ya iba a entrar a la primaria.

Los papis no estaban enojados.

Sin embargo, de todos modos, recibió un castigo.

Para no dejarlo solo en casa, mamá lo llevaba con ella a la panadería.

Y, para que él no caminara tanto, compraba en la que tenía cerca.

Al mediodía, con los codos apoyados sobre la mesa y las palmas sosteniendo la cabeza, aunque frente a sus ojos estuviera su plato preferido de milanesa y la pasta de berenjena que tanto le gustaba untar en el pan, él, ensimismado y sin abrir la boca, miraba con nostalgia la panera.

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