La especie humana: Fernando
La lleva de su mano igual que el «sin casa», que arrastra su maleta de rodachines hacia ese lugar indeterminado; la escalinata es un trámite que sirve la ansiedad, son sólo unas gradas hasta el segundo piso del café ambientado con tubos y cosas color ocre que vierten la memoria en industrias viejas. El segundo piso tiene no...