Muerte viva
La hiel de los celos le teñía todos los sentidos. Podría decirse que le invadían el alma. También la razón. Invocó ferviente cualquier fuerza oscura del deterioro y la destrucción. Fue auxiliada. Cindy llevaba nueve años desde su adolescencia, luchando contra su cuerpo de grandes dimensiones, como la rabia masticada, desde el anochecer aciago cuando...