La fórmula secreta
Hoy has quedado en sorprenderme…cierro los ojos, tal como me pides. Hasta mis oídos llegan ruidos desde la cocina. La puerta del frigorífico, el agua correr, crujidos… mi imaginación empieza a volar y cada vez me pongo más nerviosa. —¿Serán fresas con chocolate? — pienso, y mi boca comienza a salivar. ¡Me encantan las fresas...