La cicatriz de Emilia
Fabián empuñó el bolígrafo con determinación. Estimado señor Rudenstein: Este descargo nace de mi más sincera consternación. Le escribo para notificarle lo que usted ya debe saber: ayer por la mañana la chicharra roja me prohibió el ingreso a la fábrica. El visor del cartel mi dilapidó con un categórico «Suspendido durante un mes». ¡El...