Carcajadas al aire
Aún recuerdo la última carcajada de mi tía Otilia. Estaba en su casa, en Santa Lucía. Era agosto. Se encontraba algo pachucha, los años ya le pesaban; pero su memoria y alegría se mantenían intactas. Estuvimos conversando y viendo juntas viejas fotos de familia que ella guardaba en una caja de galletas oxidada. Fue increíble...