Carta a un doliente
La vejez, que dura de manejar es, te faltan las fuerzas, todo se vuelve más difícil y lo peor de todo, empiezas a perder tu memoria, tus amados recuerdos, cuando reíste, cuando lloraste o cuando caíste en la locura del amor, pero tranquilo no te sentirás abrumado, no te puede hacer mal algo que no...