Siddharta
Siddharta se sentó junto a su árbol y cerró los ojos. Lejos habían quedado los lujos de palacio; lejos Yasodhara y Rahula, los únicos por los que, tal vez, toda su empresa hubiera peligrado. Atrás estaban los cuatro estados que le habían sido revelados, la desesperación y la huida. Años habían pasado, de hambre y...