UN ARROZ CON LECHE SALADO
Aquel arroz con leche era puro amor. Cada año me sabe mejor. En mi recuerdo. En mi dolor. En esa herida que nunca cerrará. Cuando mi abuela Nina murió, supe que nunca más habría otro como aquel. Como buena adolescente, yo creía en la magia. Pensaba que ella era inmortal, que siempre iba a estar...