Fin de año con sabores nuevos
La travesía ha sido un infierno, las aguas del estrecho nos han provocado vómitos y arcadas, de nada nos sirvió, no probar bocado desde la noche anterior. Venir a Melilla ha sido un error, pero no hacemos queja de ello. Llevamos caminado unos cuantos kilómetros por una oscura carretera, dándonos ánimos para aliviarnos el susto y...