6669 – Triple seis nueve
Se encontraba caminando por la vereda de arena que iniciaba en la puerta trasera de su cabaña, a cada paso se iba acercando más a la playa de la bahía, el sol de las doce del día era insistente y fuerte, el sudor comenzaba a recorrer su frente. – ¡Mira papá, puedo flotar!, le gritó...