De paso
Nos cruzábamos a la misma hora todos los días, ella en dirección sur, yo, en dirección norte, rosábamos nuestros hombros y era cuestión de centímetros sentirnos cerca, nunca me miró fijo, ni me sonrió, tenía una cara hermosa pero acementada. Un día a la misma hora ella cruzaba en dirección sur, yo, en dirección norte...