APUROS
Desde el andén, recibo el saludo violento del viento que anuncia la llegada puntual del metro a mi encuentro. Las puertas se abren con fuerza. Unos salen del vagón a montones. Otros tratan de subir como sea. Frenesí. Yo, en medio de la muchedumbre. De repente, suena el celular, inoportuno como siempre. Empujo un poco...