Renacer o morir
Desde el andén vi cómo tirabas partes de ti a la vía. Arrojaste tus manos y con ellas tus dedos de pianista. Tu cabello se abrió como un árbol en el duro salto. Dejaste caer las piernas y tu zapato rojo se quedó atravesado en la caída. Lo último que vi en esa amalgama de...