ENVIDIA
Desde el andén solo podía distinguir dos cuerpos fundidos bajo la lluvia en aquella oscura noche de otoño. Sus risas se dibujaban en el aire húmedo con una nitidez que hería mi alma. Sus bocas se entregaban con vocación de eternidad. Envidié ese amor, esa pasión, durante años. Luego vinieron los devaneos de los dos y...