Sólo de amor entiende, el corazón.
Llegaba de las milicias cansado, menos devoto que nunca tras ver tanto sufrimiento y muerte. Sólo el deseo de verla desde el andén, curaba tal espanto. Partió hacia su destino no hacía menos de tres años. No hubo tiempo de engendrar hijos, pues a filas lo llamaron al poco de casar. Y a la espera quedaron...