El Bolígrafo
Dio su vida a la fábrica de bolígrafos. Su trabajo era ponerles la tapita y empaquetarlos. Se casó con una buena mujer que prefirió dejarlo por un escritor —irónicamente—, pues ya no pudo enmudecer la ausencia de su marido con agujas e hilos. No tuvo hijos. Se hizo viejo y se jorobó tanto que sólo podía...