Sagrada siesta!
Llegaba tarde! pero si apenas había dormido, ya me imaginaba las bromitas de mis colegas, sobre los españoles y la puntualidad. Le escribó un whatsapp rápido a mi jefa, anunciando ya mi retraso de casi una hora, que extraño que no me haya llamado, pensé. Me duele el cuerpo, escuchó a mi compañera de piso...