Vivir del aire
Diez años; diez años trabajando en Galvento sin una mísera subida de sueldo y con quince días de vacaciones al año, como mucho, siempre interrumpidos por la fatídica llamada: Souto, te necesitamos. Cuando por fin me decidí aceptar la oferta de Energías Alternativas del Noroeste, nuestro competidor más directo, el jefe supremo, el gran Ramiro...