Hora interminable
Llevaba más de dos meses esperando y no llegaba la hora de mi contrato. El hombre empresario adinerado me iba dando largas y siempre me decía «no te preocupes todo va bien’. Pero nada iba bien, el tiempo transcurría con lentitud, o eso me parecía a mí. No sé exactamente cuando perdí la paciencia y...
 
         
                         
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                     
                                                    