Acta del Jurado de Historias del trabajo II

EN MADRID, A 31 DE JULIO DE 2017

Un jurado compuesto por profesores de Talleres de escritura creativa Fuentetaja y de la Fundación Escritura(s), presidido por Enrique Ferrari, ha decidido conceder los premios y menciones que se indican abajo.

En esta segunda convocatoria de Historias del trabajo han participado 429 relatos. Ha habido 31.120 votos emitidos por 11.261 usuarios. El número de lecturas ha sido 66.028.

El jurado lamenta haber tenido que excluir varias obras de indudable calidad por no haber cumplido con el requisito mínimo de votar al menos 10 obras para poder acceder a los premios.

Primer premio

dotado con 500 euros en metálico

Miguel Ángel Malo, con “Rojo, granate, burdeos, bermellón

Un relato vibrante, bien medido, con un tono lírico contenido y muy eficaz. El texto -que el narrador dirige a su hermano, estimulado al verlo fortuitamente, a lo lejos- es una reflexión vital de calado con varios vértices, o varias capas, que aparecen según cae la anterior: El recuerdo de su vida juntos -que trasmite un amor fraternal sin fisuras- explica la distancia entre los dos hermanos a partir de sus distintas decisiones y los caminos elegidos. El narrador acabó renunciando a la música, se sintió desencantado, perdió el entusiasmo, no quiso someterse a tanta presión sacrificándolo todo por el éxito. Igual que Florentina, la que fue ejemplo para los dos en sus comienzos, la que desapareció para aparecer mucho más tarde de nuevo en su vida, los dos alejados de la música. El hermano no: quiso llegar y llegó a ser el músico que se había propuesto.

Premio al mejor lector

dotado con un bono canjeable en publicaciones o talleres de Fuentetaja por valor de 100 euros

Delia Covelli

Muchos de sus comentarios son un esforzado ejercicio de crítica y comprensión. Muy serios, se percibe detrás de ellos trabajo y generosidad, una voluntad de sacar de cada obra su sentido último. Establece además un diálogo con los autores con observaciones que pueden ayudarlos a pulir sus textos.

Premio al relato más votado por los usuarios

dotado con un bono canjeable en publicaciones o talleres de Fuentetaja por valor de 150 euros

«El negocio de Aurori es una mina» de Julia Lucas Sánchez

Ha obtenido 377 puntos, más de 1200 lecturas y cerca de 400 comentarios.

 

Finalistas

(por orden alfabético)

Adriana Arroyo, con “Como pan caliente

Un relato redondo, que arma el narrador con solvencia. El comienzo, con su explicación de por qué está ahí esperando en la cola, por qué ha aceptado las condiciones límite de ese trabajo, recuerdan a la novela picaresca, con esa primera persona que se justifica (que entiende que debe justificarse) ante su interlocutor. Muy bien escrito, tiene varias metáforas cargadas de sentido y diálogos muy vivos, capaces de recoger las tonalidades locales y sociales, y un tono reflexivo muy eficaz. Con el final le da la vuelta a esa resignación inicial al incitar a la rebelión a los que, como él, están esperando para recibir los pequeños objetos que luego deben vender por las calles.

Alejandro Darío Ruiz Martínez, con “La caja 13

Un texto minucioso, eficaz, con un suspense bien trabajado y un personaje, D. Juan, que la mirada del narrador testigo hace atractivo. El relato se desenvuelve en tres tiempos distintos con bastante destreza, avanzando en cada uno de ellos hacia la resolución del enigma: el primero son los seis años en los que D. Juan acude puntualmente a la oficina para abrir su caja fuerte, el segundo es la muerte de D. Juan, que resuelve por qué acudía cada día 13, y el tercero es el cierre de la sucursal y con este la necesidad de vaciar las cajas. La última frase, desconcertante, deja abierto un misterio mayor.

Álvaro Fernández, con “Que te pisen a vos

Un narrador omnisciente relata la primera experiencia laboral de un chaval que decide dejar de estudiar. El contexto histórico es importante: el mundial del 86 que gana Argentina en México. Esa euforia se traslada al flamante empleo del protagonista, que encuentra las condiciones perfectas para trabajar, hasta que un accidente lo desbarata todo. Bien escrito, la trama se apoya eficazmente en la descripción minuciosa del taller.

Daniel Hermosel, con “La banca siempre gana

La frase del título, que se repite al principio y al final del texto, estructura el relato y concentra su sentido. El narrador, muy duro, demoledor, relata primero la vida de su padre: sin ninguna empatía explica su problema de adicción al juego y su suicidio cuando él era todavía muy joven. Y, con un pequeño corte (que resuelve bastante bien), narra después su vida laboral, como ejecutivo de éxito, pero también muy contundente, muy crítico con el discurso del capitalismo. En ambos casos, con su padre y con el mercado laboral, desde la distancia, sintiéndose ajeno. El final, en cambio, es el reconocimiento de que, llegadas las circunstancias, también él ha sido vencido (al aceptar una indemnización enorme a cambio de su silencio, de perjudicar a otros muchos), que hay un paralelismo entre su conducta y la de su padre, que en ambos casos es la banca la que ha ganado.

Delia Covelli, con “Un trapito

La explicación en primera persona para justificar su vida remite a la picaresca: una asociación que queda reforzada con la cita inicial del Lazarillo de Tormes. Como en la picaresca, cuenta las condiciones lamentables del trabajo infantil, pero no hay una justificación de su conducta, que parece moralmente correcta a pesar de las circunstancias. Escrito el texto en un solo párrafo, sin puntos y aparte, busca una apariencia abigarrada, muy cercana al fluir de la conciencia, encadenando ideas deshiladas que parecen responder a las preguntas de un interlocutor.

Gloria Gloria, con “Peones de la muerte

Es un relato interesante por la frialdad que busca desprender (desde el título mismo, demasiado obvio): un narrador omnisciente aséptico y observador relata, con frases cortas, descriptivas, sin ninguna calidez, el servicio prestado por un equipo médico de urgencias a una anciana que acaba muriendo. La actitud del narrador es también la del equipo médico, que se muestra apático e insensible en su rutina. El punto más interesante es el encaje en la historia de la partida de ajedrez on line que juega la enfermera: el narrador plantea la salida de los sanitarios como la interrupción de la partida de ajedrez, ordenándolas por importancia.

Isaías M. Creig, con “El hacha

Los tres párrafos vertebran un relato hecho de saltos temporales. La estructura no es excesivamente audaz, pero es contundente, un monólogo vibrante, muy potente, como un lamento en tres actos, en los que el narrador debe luchar con las circunstancias, sobre todo en el primero, a sus 15 años, simbolizadas en el hacha roma y pesadísima con la que debe hacer leña y el frío que le entumece el cuerpo. Los otros dos párrafos, como estudiante y trabajador, son de añoranza precisamente de esas condiciones. Para cerrar el texto, hace coincidir el tiempo del último con el tiempo de la escritura del relato, con un giro metaliterario: el narrador -hastiado en su puesto de trabajo- busca en la escritura recuperar las sensaciones o posibilidades que encontró mucho antes en el hacha. Muy bien escrito, con una voz atractiva, aunque le faltan bastantes tildes.

Jesús Manuel Roldán, con “No todo lo cuadriculado es recto II (compañeros de pupitre)

Un relato triste sobre la losa del despido y el desempleo a una edad en la que es aún más difícil encontrar otro trabajo, en torno a los 50. Las pesadillas que despiertan al protagonista por las noches toman cuerpo cuando cierra la fábrica en la que trabaja. El soporte de una vida hecha de tesón, mucho trabajo y sacrificios se desmorona al descubrir que nada de eso importa, que no puede esperar nada a cambio. Es un buen texto, bien escrito, aunque no excesivamente ambicioso en lo formal, en su estructura.

José Manuel Garrido, con “Uno en veintitrés

Es un excelente ejercicio de percepción (y de interpretación de lo percibido). El narrador y protagonista, una persona ciega que vende cupones, relata su rutina a partir de sus sentidos excepto la vista. Explica cómo se desenvuelve, cómo reconoce a sus clientes, cómo sabe lo que pasa en su entorno, cómo se entretiene cuando el tiempo se alarga demasiado… El relato funciona muy bien, queda compacto, bien armado su discurso.

Juan Carlos López-Corbalán, con “Mendigos

El texto tiene varios puntos fuertes. Destacamos dos: La actitud del narrador, distante, con un tono intelectual que parece servirle para mantenerse ajeno a las miserias de su circunstancia, casi en ataraxia mientras examina y enjuicia a otros mendigos. Y la atención del relato al grupo, esa perspectiva global que permite entender al protagonista como un colectivo hecho de varios mendigos con un pasado mejor.

Marta Elena Crespo Pedroza, con “El valor del cultor

Es un texto sorprendente: un homenaje póstumo a Miguel Parra y un ejercicio etnográfico, con las costumbres y tradiciones de Venezuela, absolutamente fascinante, que acompaña con fotografías y un audio. El relato, que se apoya o se concreta en su entierro, es la descripción exhaustiva del folklore que lleva asociado el sepelio y, desde allí, la aportación a dicha cultura del fallecido, en especial con su narración de la historia de “La vieja”.

Miguel Santolaya, con “Véllora

Relato apocalíptico, con una atmósfera agobiante por la sucesión constante de muertes en un pueblo, que parecen indicar su fin, el exterminio de su población. Bien escrito, bien soportado el suspense, su punto fuerte es probablemente la voz del narrador, uno de los habitantes del pueblo, que no trasmite ya la rabia o el miedo sino la resignación, la aceptación de su destino colectivo.

Norberto Gómez Ramírez, con “La tía Alicia y la embarazada mueca

La historia es sencilla y el narrador evita complicarla con recursos innecesarios. Tiene mucho de la literatura oral (que refuerza con la última línea), de eficacia narrativa con una trama cautivadora, con una anécdota que sirve para concentrar una historia de superación. Tiene también algo de costumbrista y de escenario exótico. El término “cachetichupada” es todo un hallazgo.

Norberto Ibáñez Molina, con “La envidia

Un relato duro, desconcertante, muy bien escrito. Con un narrador bastante oscuro, frío pero atormentado, que trabaja de pastor junto a su padre. El texto muestra un grado de intimidad con su perra muy significativo (en oposición a la que pudiera tener con otras personas), pero también tiene mucho de violencia y de tremendismo, con un escenario aislado, pobre, y las referencias a un padre agresivo. La cercanía con los acontecimientos, al hacer coincidir el momento de la escritura con el de los hechos, obliga al lector a ser un testigo demasiado próximo, a vivir de cerca el desenlace. El título alude a lo que siente el narrador ante la falta de conciencia -de sentimiento de culpa- del animal al abandonar a sus cachorros recién nacidos, que acaban comidos por las ratas.

Víctor Manuel de Pedro Ramos, con “Cartoneros

La narración en presente acerca los acontecimientos al lector, al que le resulta así más fácil empatizar con el protagonista: un hombre con estudios que trabaja recogiendo cartones en condiciones miserables. Es un relato correcto, bien escrito, bien medido su patetismo, que tiene detrás como reflexión de fondo la ausencia de oportunidades para acceder a un trabajo digno incluso para aquellos que han estudiado.

 

El jurado también quiere destacar la calidad de

«Arma arrojadiza«, de Alfredo Pérez

«Abrir los ojos«, de Alicia Prack

«Suena un compás por tarantos«, de Ana María Pérez

«Dolor de cabeza«, de Áurea Roa Marco

«Fuerza de piernas«, de Diego Hernán Fina

«Sinsabores«, de Gon Ana Dobratinich

«Cuando fui un esquirol«, de Gregorio Vega Cuesta

«Borrón sin cuenta nueva«, de Marina Saiz Agundez

«Inmortales«, de Nerea Fonz Bravo

 

Gracias a todos. Oportunamente nos pondremos en contacto con los ganadores para la entrega de premios.

La decisión del jurado es inapelable y la organización no puede mantener correspondencia sobre los aspectos del premio. Existe un espacio de comentarios que la organización consulta periódicamente en busca de observaciones que nos permitan mejorar sucesivas ediciones. Os animamos a usarla para comunicarnos vuestra impresión sobre este concurso.

OPINIONES Y COMENTARIOS