El sabor de un dedo
Alguien mencionó el caso de Issei Sagawa. Los que no lo conocían miraron confusos, todavía inocentes, al que había hecho el apunte. Tras las explicaciones vinieron los gestos de repugnancia moral y física, los tragos apresurados a los vasos de cerveza. Uno miró con asco infinito la tapa de menudo de la que hasta entonces...