Federica
Como un niño pequeño, Mauricio imaginaba esa mujer que le había llenado el alma. Daba vueltas y vueltas sin dejar de pensar en ella. Quería conocerla, quería hablarle, acariciarle, morderle la oreja para observar su sonrisa. Llevaba tiempo hambriento y aquello significaba la rendición total ante la máxima expresión que pueda existir en el amor....