De Gato Gordo
Los primeros días prácticamente no existieron, vivía en la recreación continua del suceso, me desangraba las neuronas pidiéndoles explicaciones hasta que morían ineptas, caminaba por todos los rincones de mi cuerpo buscando excusarte, encontrar una pista que te defendiera, un alguien que me lo explicara todo en un lenguaje más amable, menos corpóreo, más reciclado,...