El olor de la magia.
Tenía por delante una ardua misión. Era noche cerrada y tendría que estar durmiendo, arropada con múltiples mantas hasta las orejas, como bien le recordaba el fuerte silbido del viento a través de las endebles ventanas de la casa de campo. Fuera hacía frío, era más que consciente de ello. No. No. No. Era lo...