Todo y Nada
Todo y Nada En el origen sólo existía Todo. Todo era feliz. Lo sabía todo y al mismo tiempo no pensaba en nada. Estaba absolutamente en paz. Vagaba de un lado para otro, corría, paraba. Se sentaba, se tumbaba, se estiraba y se volvía a levantar. No se preocupaba por nada ni tenía remotamente nada...