Felices años 20
Nueva York, madrugada del 10 de enero de 1932 El dolor me consume desde el interior, un dolor agudo y vergonzoso que no impide que me arrastre hasta perderme en la oscuridad del callejón que, si Fortuna me sonríe, se convertirá en mi lecho de muerte. Mi nombre es Elisabeth Frost, hija de Bernard Harris,...