101 días
Me agarré a mi hermana y juntas miramos los arreboles del atardecer sobre el calmo mar Cantábrico. Con nuestros pequeños pies del 35 colgando del muro; con el olor a salitre entrando intensamente por nuestros poros y con una cara más que conocida a nuestras espaldas lanzando fotos. Era su cumpleaños. Se había tirado un...