Su nombre era Angeloso
Tanto tiempo sin circundar aquel barrio, y era evidente que los años no le habían lavado la cara. Tenía demasiado carácter como para cambiar sus fachadas de ladrillo desnudo a pesar del frío o del calor; sobrevivían la panadería de Paulino, la farmacia y su puerta de barrotes blancos, el colegio del lado opuesto al...