HISTORIAS EN LA AZOTEA DURANTE LA CUARENTENA
Me enfrento a la mayor empresa que me plantea la vida últimamente: subir a la azotea. Ya no me quedan letras del abecedario que dibujar con mis pasos. He contado hasta mil mil veces sin saltarme ningún número. He inventado nombre para todos los pájaros de mi vecindad e incluso apodos a los más afables....