Gracias Piolín
No sé cuánto tiempo llevo aquí encerrada. Sé que debo salir a comprar suministros, pero mi mente comienza a jugarme malas pasadas. Cada vez que intento cruzar el umbral, puedo sentir el clic en mi cabeza; ese que hace que se abran las compuertas del miedo e inunde mi mente y paralice mis músculos. Vuelvo...