La calle, el frío, la niebla.
La infancia estuvo hecha de horas repetidas y espacios definidos. Correspondía a mi edad y mis costumbres recorrer cada mañana las calles de aquel pueblo en un camino que llegué a conocer en la peor forma de la memoria, aquella que se olvida de sí misma a costa de repetirse tanto. Y aquel invierno me...