El país más extenso del mundo
¡No se podía mover! Estaba colgada de un rama, boca abajo, sin ojos, sin piernas y sin huesos, metida en una ajustada bolsa de seda verde que se iba haciendo transparente mientras retorcía su cuerpo luchando por salir. A la mañana siguiente se despertó de ese sueño con dos alas y dos rumbos: postergar indefinidamente...