DESDE EL SALVADOR HASTA BOGOTÁ
El cielo que veo desde mi cuarto está en todo su esplendor. Las rosas grandes lucen como esas mujeres que yo veía en mi pueblo, esbeltas y bien rojitas, así también las aves que cruzan el cielo con su aleteo de libertad sólo me dicen que hay vida. Sí, añoro volver a mi pueblo, a...