– Michelle –
¿Sirvió de algo buscar cobijo bajo el minúsculo toldo del Marina?… Por supuesto que no; la maldita llovizna me estaba empapando hasta la raíz del culo. En las calles no se veía nadie, a excepción del grupo de flyboarders que revoloteaban al frente. «Bueno, al menos no era la única idiota retozando en medio de...