Susurros del Tiempo.
Llovía. Cada gota caía en ese lugar misterioso y parecía no querer alejarse de aquella esquina única. Quedaban inmóviles formando un lago pequeño, hecho justo a la medida de mascotas y de niños traviesos. Elevar la vista al cielo en ese momento era como perderse en la inmensidad del tiempo y permitir que el presente...