Mendigar en Chile
Estaba Carlos, él me la dedicó una noche en que los dos estábamos sentados a la puerta de una casa abandonada pidiendo monedas. Me enseñó a cómo pedir monedas. Había que decir “hermano, una moneda, por favor” o “hermana, una moneda, por favor” y había que ser suplicante pero no humillante. Era una línea muy...