La roca de mi madre
Se sentaba en la roca con forma de tortuga gris y me abrazaba. Unas pocas veces me dijo que pronto me zafaría de sus brazos, pero yo no lo entendía, escondía mi cabeza en su cuello y aspiraba su olor. Permanecíamos en silencio, miraba cómo sus ojos se mecían en el imparable vaivén del agua,...