Ni súper héroe ni hombre ordinario.
Recuerdo que lo besaba a menudo, mis labios se pegaban en su mejilla en cuanto lo veía de nuevo; recuerdo que amaba abrazarlo, y lo cálida y protegida que me sentía entre sus brazos, recuerdo que le preguntaba todo, y creía ilusamente que él no había nada que no supiera; recuerdo que no había nadie...